Para quienes la ven desde fuera del mundo de la
tecnología, la disciplina de la programación guarda algo de esotérico,
incomprensible, es uno de los máximos exponentes de lo que los no iniciados
llaman freaks, geeks. Pero
¿En qué consiste exactamente?
Un programa informático consiste en una serie de instrucciones
para ser ejecutadas por una computadora. Estas instrucciones se desarrollan
acorde a la ciencia de la programación.
En resumen, la programación es el camino que nos lleva a
producir un programa informático, el cual discurre por una serie de reglas y
principios, que constituyen una completa disciplina por sí misma.
Pese a que los lenguajes de programación, las filosofías que
les dan lugar, y las técnicas empleadas con cada uno de ellos en la resolución
de los problemas, son diferentes, se considera la disciplina de la programación
como algo unificado, pues todos los lenguajes parten de una serie de
planteamientos comunes, aunque sus técnicas de creación de programas pueden
acabar siendo bastante diferentes.
La programación ha existido desde el principio del
surgimiento de la ciencia informática, aunque ha avanzado y evolucionado en
paralelo al desarrollo de las máquinas que le han dado lugar.
Al principio, la programación era muy manual ya que las
computadoras (unas pocas existentes en el mundo, muy grandes, con escasa
potencia incluso para la época y muy poco generalistas) se reprogramaban para
cada tarea específica mediante cambios en el cableado físico, desconectando y
volviendo a conectar cables en posiciones distintas.
Esta es la versión más pura del “código máquina”, aunque en
la década de los 50 y los 60 fue desapareciendo en favor de la introducción de
comandos gracias a la adopción de las pantallas y los teclados.
No obstante, nos hemos estado refiriendo a la programación en
la era de las computadoras modernas, pasada la II Guerra Mundial, cuando la
programación como discilplina hunde sus raíces en el siglo XIX.
Aunque no pudieron materializarlos, diversos ingenieros
concibieron máquinas de uso generalístico.
Concretamente, para la Máquina Analítica de Charles Babbage,
Augusta Ada Byron (1815-1852), condesa de Lovelace, creó una serie de
secuencias para la realización de cálculos (Ada era matemática) que son
consideradas, como conjunto, el primer programa informático de la historia, convirtiendo
con ello a la condesa en la primera programadora.
Hay que señalar que Ada Byron no sistematizó la ciencia de la
programación. El lenguaje de programación Ada lleva este nombre precisamente en
su honor.
Del código máquina se fue pasando a los lenguajes de alto
nivel, creados para abstraer lo que se hacía en código máquina, facilitando su
aprendizaje y uso, además de simplificar los listados.
Después de haber desarrollado el programa en lenguaje de alto
nivel, este debe ser “compilado”, un proceso que traduce el lenguaje de alto
nivel al código máquina. Este último queda restringido a ciertos usos, como el
desarrollo de drivers entre otros, piezas que trabajan directamente en contacto
con el hardware.
La programación es, al fin y a modo de resumen, la ciencia -y
arte- de creación de algoritmos que resuelven problemas, y que se ejecutan
sobre una máquina de propósito general -una computadora- o de propósito
concreto.
Por su parte, se conoce como programadores a aquellos
encargados de desarrollar este código con instrucciones para que el software se
comporte de una u otra manera de acuerdo con las órdenes que reciba. El
lenguaje de programación es, por otro lado, la serie de parámetros y códigos de
los que el programador se vale para desarrollar software. Existen distintos
tipos de lenguajes, como el C, BASIC o Ruby.
Además, existe la ingeniería el software, que se dedica a
desarrollar modelos de software para programas de gran envergadura.
Típicamente, para programar un software o aplicación, el
programador debe en principio reconocer el principal problema o tarea a la que
se destinará el programa, definir los requisitos y tipo de funcionamiento,
diseñar la arquitectura, implementar el programa, implantarlo o instalarlo y,
luego, perfeccionarlo sobre la base de pruebas y errores.
Hoy en día existen todo tipo de lenguajes de programación,
algunos más sencillos o que tienen el propósito de facilitar la tarea de
desarrollar pequeñas aplicaciones. Entre ellos, Ruby es uno de los más
popularizados en los últimos años, desarrollado por un programador japonés y
que combina sintaxis de distintos lenguajes como Python o Perl.
Así, prácticamente cualquier usuario informático puede
adquirir algunas nociones de programación y desarrollar aplicaciones a su
medida.
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